España

La Torre del Oro, Sevilla

Triana, el barrio marinero, es la zona castiza por excelencia, cuna de nacimiento de cantaores y toreros. En Triana hay una amplia oferta tanto de hoteles como de tabernas tradicionales donde degustar las famosas tapas sevillanas. Junto al Puente de Triana se encuentran los muelles de los barcos turísticos que ofrecen cruceros por el río.

Al otro lado de Triana, a orillas del Guadalquivir, muy cerca del puente de San Telmo y de la plaza de toros de La Maestranza, se encuentra uno de los edificios más emblemáticos de Sevilla: la Torre del Oro, una pequeña fortificación del siglo XIII, construida para reforzar la muralla del Alcázar. En sus inicios servía de baluarte para la defensa del puerto y del puente de barcas que cruzaban el río. Sobre el origen de su nombre no hay consenso: algunos estudiosos apuntan a que el edificio fue la aduana donde se controlaba todo el oro que llegaba de América; otra teoría achaca el nombre al brillo que tenía la torre, producido por una mezcla de mortero, cal y paja prensada. Durante muchos años se pensó que el brillo se debía a los azulejos que decoraban la torre, como nos recuerda un poema de Gerardo Diego:

«Arenal de Sevilla Torre del Oro.

Azulejo a la orilla del río moro.»

La Torre del Oro consta de tres cuerpos: el primero de ellos tiene doce lados y se construyó entre 1220 y 1221, por orden del gobernador almohade Abù l-Ulà. El segundo cuerpo también tiene forma dodecagonal y fue mandado construir después de la reconquista de la ciudad por Pedro I el Cruel. Por último, el cuerpo superior, de forma cilíndrica y terminado en una cúpula, data del siglo XVIII y fue obra del ingeniero militar de origen belga Sebastián Van der Borcht.

Tras el gran terremoto de 1755 que destruyó Lisboa y que afectó a buena parte de Andalucía, la torre quedó muy dañada. El Marqués de Monte Real propuso su demolición a fin de ampliar el paseo de coches de caballos y facilitar el acceso al puente de Triana; el pueblo de Sevilla se opuso desde el primer momento al proyecto, llegando incluso a solicitar el amparo del Rey, que intervino salvando la torre y propiciando la reforma de 1760.

A lo largo de su historia, la torre ha servido para diversos fines: capilla, almacén de pólvora, oficinas de Capitanía del puerto, prisión… En la actualidad, alberga el Museo Naval de Sevilla y la visita a sus instalaciones aúna al interés de conocer la torre por dentro la posibilidad de admirar una serie de piezas procedentes del Museo Naval de Madrid. En sus fondos, distribuidos entre la planta baja y la primera planta, se pueden apreciar numerosas piezas relacionadas con la ciudad, con el río Guadalquivir y con la tradición marinera española. La Torre del Oro es Monumento Nacional desde 1931

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