España

Lanzarote, una isla calcinada por los volcanes

Es la más oriental de les islas Canarias: solo 100 Kilómetros de océano la separan de África, menos de los 115 que dista de Las Palmas de Gran Canaria, la capital provincial. Sus 780 Km2 de tierra firme son una amalgama de lava volcánica y cenizas extinguidas.

Cenizas oscuras y ríos de lava. La isla entera es tierra quemada, fuego petrificado, desierto negro. Trescientos volcanes son los responsables de este paisaje apocalíptico. Los más célebres son las Montañas de Fuego, en el macizo de Timanfaya, una barbaridad de cráteres, colores calcinados y superficies rotas. Pero no son los únicos. El mundo se hace estrictamente mineral en los pies del volcán La Corona, en la punta nordeste. Y de costa a costa, los mares de lava se adentran en el agua Atlántica.

En el corazón de la isla, el desierto cohabita con la vida a golpe de muchos sudores. La tierra, negra como la boca de lobo, cede un punto a los trabajos del hombre: higueras enanas y viñas resplandecientes introducen una mancha verde en este espectáculo dantesco. Los brazos de lava, en cambio, siguen imponiendo su omnipresencia, interrumpen los cultivos en La Geria y se hacen posesores de la isla. Son testimonio de las últimas huellas volcánicas, las de 1730 cuando treinta cráteres cubrieron de fuego y escoria ardiente los valles cercanos.

Pueblos inmaculados y blancos – Tijano, La Yaiza, Uga, Los Valles, Haria – dan fe de la tenacidad de los campesinos isleños. Y antes de acabar este vertiginoso trayecto, unas imágenes tranquilizadoras y acuáticas: al norte, junto a Orzola, las arenas de las playas son harina molida que se incrusta en la lava. Al sur, la punta de los Papagayos está llena de calas rodeadas de más arenas, milagrosamente finas y blancas.

Hay vuelos regulares desde Madrid (6 a la semana) y desde Barcelona (3 a la semana) hasta Arrecife, la capital de la isla, también hay numerosos paquetes turísticos (avión más seis noches de estancia). La isla está comunicada por avión y barco con el resto del archipiélago y por barco desde Cádiz al menos una vez por semana.

Itinerario por Lanzarote

La isla es muy abarcable, y se puede recorrer perfectamente de punta a punta. En coche, en bicicleta y en algunas zonas a pie. Una carretera que va desde Playa Blanca hasta Orzola, pasando por la histórica Tequise, la corta en dos. Hay que hacerla. Pero también habrá que tomar todas y cada una de las desviaciones. Si sólo se cuenta con pocos días, lo mejor es concentrarse en algunos lugares que seria imperdonable perderse. Además del Parque nacional de Timanfaya, son imprescindibles los caminos que van del Golfo a la Playa de la Madera, los que se internan desde Playa Quemada y los que llevan hasta el monte Corona.

Dónde dormir en la isla

Hay cantidad de hoteles en Lanzarote y de todas clases. Están situados, sobre todo en las zonas más turísticas, como Costa de Tequise, Las playas de Famara o el sur de Arrecife. También es muy habitual el turismo rural, con casitas de encanto.

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