España,  Europa

Santander, ciudad costera

Santander goza de una belleza paisajística extraordinaria debida principalmente a su ubicación costera, a modo de península rodeada por la bahía y la costa abierta al mar Cantábrico, mayoritariamente acantilada. Pero quizás sean sus playas los espacios naturales más conocidos y apreciados. Su sinuoso alineamiento, bordeando casi cinco kilómetros de costa, brinda a la vez pequeños y extensos arenales: unos resguardados de los vientos y de tranquilas aguas (Los Peligros, La Magdalena y Bikinis); otros, abiertos al Cantábrico, con mayor oleaje (El Camello, La Concha, La Primera, La Segunda o de Castañeda, Molinucos y Mataleñas). Junto a éstas y entre ellas, espacios verdes de gran belleza se asoman al litoral, como Piquío, con sus emblemáticos jardines asentados sobre un enclave rocoso, que como la proa de un barco que surca el mar, separa las dos playas de El Sardinero. Próximo, el Parque de la Magdalena (en la propia península), lleno de vegetación y arbolado, frente a la isla de Mouro y al poderoso mar Cantábrico, compone junto al Palacio Real, la más típica estampa santanderina.

elsardinero

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